Un tema que a muchos preocupa, sobre todo en estos tiempos que corren donde el trabajo se valora más de lo necesario...
He aquí el primer punto para superar el miedo a las entrevistas de trabajo, el miedo a la escasez. Piensa en lo siguiente, si todos los días te ofrecieran un puesto medianamente potable, no le otorgarías tanta importancia. Sin embargo, te sientes bastante tenso... tu mente le a otorgado una sobre importancia a la entrevista y lo quieres hacer lo mejor posible, es normal. No obstante, esa intención de hacerlo todo perfecto para ser seleccionado, hace que actúes como álguien nervioso y volátil. Además el miedo a que no te vuelvan a llamar en mucho tiempo, se alinea con tu necesidad de quedar bien.
La solución es respirar bien, relajarte y MENTALIZARTE de que si esta vez no sale todo bien, ya surgirán más oportunidades. También, y siempre que puedas, consigue varias entrevistas de trabajo y así irás con un as en la manga y mucho más tranquilo.
El miedo a ser rechazado también suele estar presente. El ser rechazado nos hiere pero trata de no tomártelo demasiado a pecho. Hay muchos factores que pueden afectar la decisión y es imposible saber lo que está sucediendo. Tal vez hay empleados de la organización que solicitaron el puesto, parientes a quienes se les ha prometido trabajo, un competidor que sería un buen candidato para el puesto, falta de sintonía o un desequilibrio en el sueldo que pides y el que le pueden ofrecer.
Antes de la entrevista, es conveniente conocer de antemano la empresa a la que queremos pertenecer (historia, situación actual...) y el puesto en particular. Además, repasar nuestro currículum, fechas y puestos, puntos fuertes y débiles, dar ejemplos concretos y reales de las habilidades o competencias desarrolladas en nuestros últimos trabajos, etc... Si tienes amigos o conocidos, puedes hacer algún que otro simulacro de entrevista. Esto te ayudará a ver en que puntos puedes mejorar y en cuales puedes fallar.
Intenta llegar diez minutos antes de la entrevista y lleva un currículum actualizado contigo. Nuestra actitud frente al entrevistador es importante, debemos mostrarnos interesados en el puesto y realizar preguntas pertinentes que demuestren nuestro interés. Procura no discutir en principio las condiciones económicas y no hacer comentarios negativos sobre jefes o empresas en donde hayas estado.
La imagen que proyectemos es muy importante, dependiendo del puesto de trabajo ofertado nos vestiremos de una forma que refleje armonía y elegancia. Un traje o una camisa con vaqueros queda bastante informal, y si eres mujer te desaconsejo que vayas mostrando mucha carne. Nada de escotes interminables, faldas o tangas de hilo, a no ser que vayas a presentarte a gogó, modelo o algo relacionado con el público (sobre todo el nocturno).
Pronto más...
¡Carpe Diem!
No hay comentarios:
Publicar un comentario